Seguro que si todos echamos la vista atrás y recordamos cómo
eran las Semanas Santas de nuestra infancia seguro que hasta podemos oler el
aroma a los dulces típicos de esta época, y ver a las mujeres de nuestra familia reuniéndose
para cocinar durante horas lo que luego nos comeríamos en dos minutos.
Estaréis de acuerdo en reconocer que uno de los que mejor
saben son las torrijas, ese pan esponjoso bañado en almíbar. Para chuparse los
dedos!, por ello queremos ofreceros la receta que hemos encontrado en el Blog
webosfritos.es , donde han elaborado una guía de recetas de Semana Santa, la mayoría
conquenses que realizadas con
ingredientes de
Marieta Selección pueden resultar para chuparse los
dedos.
Vamos con la de las torrijas:
Ingredientes:
2 barras de pan blanco duro
½ litro de leche
4 huevos para rebozarlas
Aceite de oliva virgen extra
1 palito de canela en rama
Ingredientes
para el almíbar de vino
750 ml de un vino blanco bueno de vuestra zona
4 cucharadas de miel
La cáscara de media naranja
La cáscara de medio limón
2 palos de canela en rama
5 cucharadas soperas de azúcar
Preparación:
1. Se pone
en una cacerola la leche con un poco de canela en rama. Esperar hasta que
hierva para que coja sabor. Dejar templar.
2. Cortar el pan en rodajas gordas. Pasarlas por la leche templada —dejar que
se mojen bien, pero no demasiado para que no chorree— y luego por huevo bien
batido.
3. Freír en abundante aceite hasta que queden doradas. Escurrirlas en papel de
cocina. Os aconsejo que las friáis en una sartén amplia y con aceite abundante,
porque si no en la ultima tanda de torrijas el aceite empieza a generar mucha
espuma.
4. Para la preparación del almíbar de vino, añadir todos los ingredientes en la
cacerola y ponerlo a hervir, dejar reducir un poco y rectificar de sabor
depende de vuestros gustos más o menos dulces.
5. Para la preparación del almíbar de leche, hacer lo mismo, dejar reducir un
poco y que impregnen los sabores.
6. Dejar templar antes de añadir las torrijas. Adornar con las cáscaras de
limón y de naranja y los palitos de canela.
Un truco
para conseguir que estén deliciosas es no añadirle azúcar a la torrija en la
leche que se pone para mojarla, y el almíbar hacerlo dulce pero reducirlo
bastante para unificar sabores, de esta manera os aseguro que no está nada
empalagosa.